De
alguna manera los cambios tecnológicos en la manera de comunicarnos, fluida,
instantánea, vertiginosa y la popularización de la informática inalámbrica, han
modificado de manera sustancial nuestra percepción del tiempo, del espacio.
Como reacción a los acelerados cambios, que afectan la
vida cotidiana, surgen las primeras ideas que le dieron forma al proyecto:
El retorno a lo esencial.
El contacto con un entorno natural.
La recuperación del espacio de reunión,
reencuentro con uno mismo.
"La
casa de vidrio" (punta indio - pcia Bs. As.)
La vivienda se encuentra ubicada a 150 km de la ciudad de Buenos Aires y dentro
del “parque costero del Sur”, área protegida y designada por la UNESCO, "Reserva
de biosfera".
El terreno dista 500 m. del Rio de la Plata,
la vivienda se emplazó en uno de los pocos claros que dejaba la vegetación.
Sintéticamente
se organiza en dos volúmenes de materiales contrapuestos protagonizando la
dualidad: espacio principal – espacios servidor.
·
En el volumen transparente, un pequeño living
con cocina y comedor; la decisión fue la de integrar al máximo el bosque
autóctono, al espacio interior. Dándole el carácter distintivo a la vivienda. Este
elemento se encuentra elevado del nivel natural del terreno, reforzando ideas
formales, compositivas y constructivas, posándose “delicada” y respetuosamente
sobre ese entorno natural
·
En contraposición el volumen macizo, es todo
fijo y pesado, muros de ladrillo a la vista que surgen del terreno natural,
encerrando los espacios íntimos del pequeño baño, habitación y paso a la parte
posterior del terreno. La pesadez de este cuerpo cerrado y opaco, es la oposición
del espacio del estar.
Las proporciones adoptadas, la precisión en
la geometría, en sus trazados y en la composición de la carpintería se hace
sutilmente referencia a la búsqueda de perfección y optimización de recursos
presente en la naturaleza, minimizando, entre otras cosa la sección de los
elementos, reduciendo la interferencia de la visión, siendo a su vez, sostén de
la cubierta.